Mi Testimonio

Hola, mi nombre es Katia. 

Desde pequeña he batallado con la depresión.  Siempre pensé que yo padecía de algo.  Al no saber lo que era, sentí un abismo dentro de mi ser del cual no sabía cómo confrontarlo. Como soy de primera generación, y mi familia siendo católica, ir a la iglesia no era opción, aunque yo nunca comprendí la razón o el porqué lo hacíamos. Por lo tanto, eso era lo que simplemente se hacía.  Pero después a una temprana edad, me despegué del catolicismo. En alguna vez cuando se me preguntó de mi creencia de fe respondí, yo creo en Dios, pero no tengo ninguna ni practico la religión. El haber crecido católica, el tener parientes quienes practican el Mormón, Testigos de Jeova, y más recientemente, una amistad quien practica el Islam, hice un pequeño esfuerzo para aprender de sus religiónes y creencias; pero no me llenaban ese vacío que sentía. No quise ser hipócrita al practicar una religión de la cual yo no estaba en completo acuerdo. Y así con ese pensamiento seguí viviendo mi vida convenciéndome a mí misma que él simplemente creer en Dios bastaba.

Al comienzo del año, finalmente me cansé de la manera en que vivía, y un día de Enero, después de sufrir un colapso mental, comencé a orar en voz alta. Algo que nunca antes había hecho. Le pedí ayuda a Dios diciéndole que estaba perdida y que lo necesitaba, pero sin  estar segura de que era lo que yo necesitaba. Le hablé diciéndo que me sentía rara en respecto a la religión y que yo deseaba acercarme a Él pero no sabía cómo hacerlo.  Después de mi oración continué con mi día.  Más tarde, andaba de compras con mi mamá. Estábamos en Walmart a punto de pagar cuando mi mamá decidió ver los champús de pelo y yo entré al pasillo de tarjetas. Recuerdo que al entrar no había nadie más allí. Me ocupaba de mis asuntos cuando una chica se acercó a mí y empezó a hablar. Fue un poco extraña la situación, pero al momento no quise ser grosera. Todo sucedió muy rápido, pero ella luego me preguntó diciendo “ no estoy segura si eres religiosa, pero me preguntaba si querías conocer a Dios” 

Me emocioné tanto en ese momento pero no dije nada porque sentí que si hablaba, yo iba a romper a llorar.  Bueno. Terminamos intercambiando información de contacto y acordamos en reunirnos para almorzar algún día. Un par de semanas después, nos reunimos a lo que acordamos y ella compartió su testimonio conmigo. Hablamos de Dios y nos conocimos un poco.  Fue en Marzo cuando volvimos a encontrarnos. Y es entonces cuando yo ya había decidido ordenar mi vida, incluso, conseguí un cuaderno de agenda para organizarme mejor.  

El nueve de este mismo mes asistí a un evento en la Universidad de California Fullerton, titulado Cómo Hacer Tiempo Para Dios. Fue allí donde me di cuenta que el  hacer tiempo para Dios jamás se cruzó por mi mente al intentar ordenar mi vida. Fue también allí, en ese evento donde conocí a mis ahora amigos , Maribel, Serena, Caleb y Joshua quienes me invitaron a su iglesia al día siguiente al cual asistí. Allí en ese servicio escuché al pastor mencionar cuán poderosa es la música y como el demonio usa a la gente de la industria musical para envolverlos. Había obtenido un boleto de entrada para ir a escuchar un evento musical al siguiente Domingo, pero después de oír el mensaje del pastor de la iglesia ese día, yo decidí entonces no asistir a un ambiente en el cual no era para glorificar a Dios. No recuerdo la fecha exacta pero un par de semanas después rendí mi vida por completo a Jesús. Paré de vivir mi vida para mi y comencé a vivirla para Cristo. Finalmente comprendí que cualquier plan que yo tenga en mi vida, no se compara a la vida que Cristo tiene destinada para mí. Mi Dios, mí todo amor y mi todo poderoso, aunque a veces sienta que no merezco Su Gracia y amor, sé que todavía me ama y me demuestra mucho de ella.  Con frecuencia me pongo a pensar en qué manera podría yo devolver a Jesús Lo que  hizo por mi en la cruz, pero he aprendido que su amor no se puede comprar porque no hay dinero suficiente, ni buenas obras mayores para comprar mi salvación porque la salvación es un regalo divino. Dios nos ama y El simplemente quiere que lo honremos, lo amemos y proclamar su palabra para que otros lo conozcan como yo.  Jesús te ama!!!

Queridos familiares y amigos,

En marzo de este año entregué plenamente mi vida a Cristo. He dejado atrás a mi “viejo yo” y he decidido seguir a Jesús. Mi futuro está lleno de incertidumbre, pero estoy construyendo mi fundamento en Cristo y tengo el deseo de que Él me use. Siento que el Señor me está llamando a las misiones y estoy más que agradecida de que el Señor me haya traído a Calvary Chapel Saving Grace.

Mi iglesia tiene un programa increíble al que asistiré llamado Calvary School of Missons. Este es un programa de seis semanas en Rosarito, México del 8 de julio al 18 de agosto. En estas 6 semanas nos enseñarán el fundamento bíblico de las misiones, mientras continuamos estudiando profundamente la palabra de Dios. También aprenderemos sobre plantación de iglesias y cómo cumplir la gran comisión para llevar el Evangelio a las más de 3.200 millones de personas que nunca lo han escuchado. Durante este tiempo estoy buscando la dirección de Dios para descubrir Su propósito para mi vida.

Estoy sumamente emocionada de ver lo que Dios tiene para mí en estas próximas 6 semanas. ¡Les pido por favor que me mantengan en sus oraciones! Estoy aprendiendo a confiar completamente en el Señor en todos los aspectos de mi vida. No ha sido fácil para mí, pero estoy aprendiendo. Si también lo deseas, puedes considerar en oración el apoyarme financieramente para pagar el costo de la escuela. El costo total es de 2,700 dólares. Cualquier monto de apoyo sería muy apreciado. Si deseas recibir información actualizada sobre lo que el Señor hará en mi vida, ¡suscríbete a mis actualizaciones! Te agradezco mucho todo tu apoyo. ¡Muchas gracias!

Atentamente,

Katia Álvarez